La Nueva Era

"Hay señales inconfundibles de que en nuestro tiempo se está produciendo un acontecimiento mitológico-psicológico-histórico importante y extraordinario. Historiadores serios han anunciado el final de una Era, y nuestras incipientes mitologías proclaman el comienzo de otra -la de Acuario-; una Era llena de maravillas y anunciada por portentos. Lo que es seguro es que nuestras viejas dinastías mitológicas, las grandes tradiciones ortodoxas que han guiado y dado forma a la vida de los hombres en este planeta durante miles de años, han empezado a aflojar el dominio que ejercían sobre nuestra imaginación colectiva. Durante la mayor parte de nuestra historia la tendencia mitificadora del hombre ha estado anclada tanto en una proyección literal sobre el paisaje exterior como en formas culturales tradicionales. La primera ancla ya se ha soltado y estamos arrastrando la segunda, azotados por los vientos de cambio".

Stephen Larsen
La Puerta del Chamán

viernes, 25 de diciembre de 2009

La segunda venida de Cristo

La profecía ha estado en marcha por más de dos mil años ahora. No es una anécdota, es un deseo y un acto necesario, no para llenar expectativas, sino para saciar una sed profunda y colectiva.

El Cristo ya está entre nosotros, camina y se despliega como cualquier persona lo hace. Come, bebe y cumple con sus necesidades fisiológicas humanas. De tal forma, puede llegar a ser muy difícil reconocerlo. No reúne a grandes multitudes aunque puede hacerlo. No ejecuta actos milagrosos enfrente de nadie. Quizá aún no se dio cuenta que es muy capaz de hacerlo, quizá simplemente no le interesa llamar mucho la atención. No, no lo hace porque muy dentro sabe de las decisiones que cada alma ha tomado en su camino de vida, las respeta y nunca subestima el gran poder y las potencialidades que residen dentro de cada persona, de cada hijo del Padre eterno.

Sí, vino hace más de dos mil años, plantó la semilla y enseñó las lecciones apropiadas para que hombres y mujeres rieguen y abonen su siembra, una muy trabajosa y paciente. Es justo ahora que todas esas flores y frutos están floreciendo. Lo han estado haciendo a pesar de las tormentas y de las dificultades. Lo increíble es que esos frutos están bien dentro de los corazones que le han dado espacio y los cuales están comenzando a activarse en toda su magnitud.

¿Acaso aún no notas al Cristo en la mirada de tu hermano y hermana? ¿No lo notas siquiera en la dulce y penetrante mirada de los nuevos niños? ¿No lo notas inclusive en los pasos o en las palabras de un “desconocido”?

¿Y qué hay de ti mismo cuando estás enfrente del espejo? ¿Consigues percibirlo ahí?

Pues, debes darte cuenta de vez que el Cristo está muy presente y en todas partes. Percibirás que hay varios -cada vez son más y más- los que comienzan a activar las flamas de sus Conciencias Crísticas. Sin duda alguna, tú también la cargas en todo su fulgor. Tal vez necesites despojarte de tu propia incredulidad sobre toda la grandeza que te rodea, antes de que aceptes sin dubitaciones que eres la más bella y sagrada criatura sobre la faz de la Tierra. Así, tal como eres.

Eres el Hijo y la Hija de Dios. No temas, acepta tu divina condición con todo Amor y Cariño!

miércoles, 4 de noviembre de 2009

El Niño y el Manantial

Es con tranquilidad y relativo silencio que se accede a las profundidades de un elixir capaz de estremecer toda célula del organismo: Paz. En este estado la presencia de los sentidos se magnifica, el tiempo parece parar y los molestos juicios se disipan. Este estado de plenitud eterna nos hace recuerdo constante de nuestra divina presencia en el mundo, un mundo que muchas veces se nos presenta como queriendo anteponerse a tan ansiado estado de auto-percepción. Por el contrario, es este mismo mundo que también nos coloca enfrente los mecanismos adecuados para que una y otra vez accedamos a las fuentes de aquel elixir permanente que surca en las esferas de lo incognocible.

Es ese mismo mundo el reflejo idóneo de nuestros ruidos internos y también de nuestro más elevado espectro de frecuencia. Está presente para guiarnos en el camino de nuestras búsquedas en los niveles más impensables. Nos muestra el efecto de nuestras propias sombras y, lo más notable, siempre nos acompaña. Este mágico Mundo sabe donde llevarnos para que podamos presenciar lo que de otra manera sería imposible, por las delimitaciones que hombres y mujeres han querido inculcarse en cierto momento.

Es cuando el ego pierde su vigor que varios portales se abren, en especial aquel que tiende un puente hacia lo desconocido... El niño curioso y ávido de conocimiento seguirá el trinar de los pájaros en la distancia, sentirá el aroma de las praderas y verá el arco-iris que lo circunda. Y es aquel niño interior el más sabio, el que es capaz de guiar a los hombres y mujeres por un sendero muchas veces irreconocible por la pérdida del tiempo, de los colores y del mundo, por atribuirse el adulto, una y otra vez, sus interminables "razones", razones que pueden alejarlo de la vida y de sus sabores...

El niño se hizo presente para jugar, para ser. Sólo hacer le quita el foco de su vitalidad, le extirpa el asombro, reduce su plano de visión y lo convierte en un adulto más. Por el ímpetu del "hacer", muchos se intranquilizan, pierden los minutos y las horas, sin haber podido degustar todas las más profundas esencias.

El niño quiere mirar, quiere susurrar, quiere silbar y, sobretodo, mostrarle al adulto el camino hacia ese manantial, rico y eterno, que subyace indistintamente en todos y cada uno.

sábado, 31 de octubre de 2009

vientos

Los vientos están literalmente soplando más fuerte y más seguido. Se arremolinan con cada vez más frecuencia contra campos, pueblos y ciudades. Las personas hablan sobre modificaciones climáticas. Por tras de este fenómeno y de otros, existen dinámicas que se refieren al ser humano mismo.

Si hay algo que se enfatiza y repite a lo largo de los escritos aquí presentados, es aquella conexión directa e indirecta que posee el ser humano con su entorno, con la propia Tierra y sus muchos fenómenos. Pues, es la conciencia del ser humano, en sus más variados niveles conscientes e inconscientes los que van activando el pasaje de sus experiencias externas e internas de maneras poco o muy significativas. Por consiguiente, son sus contextos internos, los que en instantes determinados se proyectan hacia las plataformas externas de la vida. De eso trata la Creación Consciente, de ser conscientes cada vez más de la interrelación recíproca que hay entre una persona y todas ellas con las manifestaciones naturales y artificiales que se han presentado y seguirán haciendo.

La lectura apropiada de estos símbolos externos refleja estrechamente el mundo interno del ser humano y las criaturas que habitan la Tierra, como un todo. Es por eso que es determinante centrar la mirada dentro de si, pues es de aquí de donde todo parte.

Es primordial mantener una intención firme para manifestar los elementos que coloquen al ser humano de vuelta a su estado de gracia del cual provino y hace parte inherente –a despecho de lo que algunos puedan pensar y opinar-. Es entonces imprescindible alinearse con pensamientos, figuras y sentimientos de lo más elevado.

Bien, la hora ha llegado para ponernos en contacto con las esferas más afinadas de ser a través de la intención y de la visión. Claro, el libre arbitrio juega su papel en la conciencia, y el hábito de haber estado atascado por milenios en las camadas de los bajos pensamientos y sentimientos hacen dudar a algunos sobre el presente y el futuro.

Así, el viento se hace presente. Lo hace como una herramienta poderosa del planeta para limpiar el aire y depurar el éter.

El viento mueve y altera el oleaje de las aguas y conduce las tormentas y las lluvias adonde deben llegar. Nada permanece a la deriva y los terribles efectos que puede causar en las poblaciones las incita a reflexionar, empuja a los ciudadanos del mundo a asumir un compromiso activo para con sus semejantes, les muestra los efectos y las repercusiones de sus actos sobre el ambiente, no sólo donde habitan, sino en lugares muy alejados, les obliga a pensar y madurar con respecto a si mismos, sus hábitos y su relación inseparable con su entorno, como una extensión recíproca entre cada una de ellas.

Es el viento el que puede avivar el fuego, propagarlo, también apagarlo.

La naturaleza se encarga de disolver o, mejor dicho, transformar todo lo que ha pesado y aún lo hace. Es después de la tormenta que hombres y mujeres salen más limpios, más livianos, pueden surgir con nuevas ideas que le ayuden a configurar y construir su realidad de manera más consciente y cristalina, y hasta más sensitivos con las señales que la naturaleza ofrece.

Escuchemos con atención lo que el viento nos dice. Es él quien silba por los intersticios de puertas y ventanas. Su fuerza puede abrirlas o cerrarlas. A veces, puede parecer brutal y desgarrador, se lleva de vuelta a algunas almas, y también trae a otras como en un barco velero.

Es a través del viento que sentimos los aromas en la distancia. Nos puede hacer cambiar las páginas de un libro, tal vez con la intención de que centremos nuestra atención en otro punto.

En síntesis, el viento es un hermano y un aliado, pase lo que pase, nos acompaña, nos golpea, nos puede indicar un cambio,nos refresca, nos limpia

domingo, 11 de octubre de 2009

El Poder del Corazón

La esencia del Ser reside en su corazón. Este órgano guarda secretos maravillosos y activa fuerzas gigantes. El centro mental y racional es su aliado. Sin embargo, desconectado del centro cardíaco, el ser entra en desequilibrio y adolece ante la grandilocuencia de sus imágenes y de sus voces mentales. El ímpetu de la mente puede producir efectos perturbadores, pues sin medidas, la mente puede perderse en sí misma y en interludios prolongados.

Es interesante como en nuestros días, los corazones alrededor del mundo están reclamando atención. Las afecciones cardíacas no son un acaso, son símbolos físicos cuyas raíces muchas veces ya se encuentran en niveles profundos del subconsciente. Hablan de pesares y dolores, no simplemente físicos, sino en gran parte emocionales. Quizá no lo parezca a simple vista. Es más fácil evadirse de uno mismo y colocar la responsabilidad a fuentes ajenas y externas, a cuestiones hereditarias y culinarias, o bien, al tan frecuente stress.

Es entonces el stress, el que se muestra como gran amenaza a la salud del corazón, pues el corazón es sensible. El tiempo agitado y el exceso de presión no le permiten los instantes necesarios para apreciar la realidad con sus propios ojos: los de la sensibilidad.

Para muchos, el corazón se ha convertido sólo en una máquina irrigadora del fluido vital al resto del cuerpo y, en especial, al cerebro. Es éste el que debe dar las órdenes y dictar las reglas. No hay que detenerse para nada para cumplir con los plazos, los deberes creados y las necesidades impuestas. En circunstancias tales, puede llegar a ser molesto escuchar los susurros del corazón. Varias veces esos sentimientos llegan a ser inapropiados y fuera de lugar, que la mejor manera de aminorarlos es concentrándose en las voces que salen de la mente. Por veces, esa mente habla mal del corazón. Interpondrá una serie de recuerdos muy bien conjuncionados de su falta de razón y de sus permanentes "errores". Normalmente, es este tipo de ambigüedad comunicacional dentro de uno mismo, el que puede condicionar la semilla de la duda y la desconfianza en los propios actos.

Bien aplicados, mente y corazón son estrategas increíbles, ambos trabajando como una unidad, a la medida de sus verdaderas funciones. Para eso, es necesario escuchar con mucha atención lo que cada uno tiene que decir. No dejar pasar nada por alto. La mente funciona como un codificador y decodificador de informaciones que van de lo más simple a lo más complejo. El corazón es un catalizador de ideales, deseos, intenciónes y de la voluntad, y es sobre todo el filtro que permite la selección vibratoria con aquel tipo de información mental que esté en sintonía con su nivel de sensibilidad. Aquí, el corazón juega un papel trascendental, puesto que es éste el que distribuye el impacto y el valor de la información mental a todo el cuerpo, amplificándolo a su vez con el atributo emocional que lo caracteriza. Es este contexto sentimental y emocional que le da la consistencia adecuada a la información, y mientras mayor profundidad y claridad la información contenga, con mayor veracidad ésta resonara en los estratos de la conciencia y en otros corazones. Así, se da el más alto grado de comunicación, muchas veces sin la intervención de palabras.

A medida que mentes y corazones vayan aprendiendo a restituir su verdadero vínculo comunicacional, las personas irán cada vez más redescubriendo un estado de equilibrio, en donde la confianza entre las partes es mutua, haciéndose ambos órganos capaces de prodigios. Este matiz abre las puertas hacia la sintonía de una nueva conciencia, una que amplía las potencialidades humanas a niveles impresionantes y poco exploradas para muchos.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

El Poder

La trama de la vida es compleja, llena de meandros. Quizá uno de esos pasadizos en los que muchas personas suelan perderse, sea en los laberintos intrincados del poder. En sociedades donde el poder personal se ha vuelto dependiente de ciertos atributos que generan fascinación en las multitudes, tales son el uso de la fama y la fortuna. Yendo un poquito más lejos, nos deparamos con el control y sus juegos de influencia. El poder no sólo se da en los niveles jerárquicos de la política y del gobierno, de las empresas, hace parte del día a día de algunas personas, de la cotidianidad. Se hace evidente en una mirada o al tratar de sacar ventajas de un cliente. Se la observa muy bien en la seducción o al envolver a alguien en confusión y mentiras. En si, el poder puede generar comportamientos confusos y prepotentes en ciertas personas o grupos de ellas, dependiendo de la intencionalidad de éstos. Normalmente, se ha asociado el poder con el dinero y la política. Es también de aquí, que nace la corrupción y sus ramificaciones directas e indirectas. Todo esto es simplemente parte de un poder en el que la humanidad se ha concentrado en buena parte de su historia, pues como en todo, también existen dos lados y le cabe al ser humano escoger el que más satisfaga su conveniencia en un momento dado, no sin antes reflexionar y calcular cuidadosamente los efectos del rumbo de sus actos. Así, cuando las consecuencias no han sido las más benévolas ni benéficas para si o sus semejantes, el ser humano siempre tiene el poder de rectificar lo hecho. Y este poder, en particular, es un gran factor de trascendencia en el entendimiento de su “verdadero poder”.

De hecho, se ha hablado mucho sobre la representación del poder en el plano terrestre, al igual que existen muchísimas ejemplificaciones tanto buenas como otras no tan buenas de lo que se ha querido enunciar como tal. Las marcas dejadas por las formas negativas del poder son las más fáciles de recordar. Cuánto daño y sufrimiento el poder mal dirigido puede ocasionar a las sociedades. Nada lo justificará, ni las alabanzas a la mayor de las razones ideológicas, muchas de ellas tejidas bajo el influjo de muy menguadas consignas personales. Por cierto, las ideologías son meras herramientas transitorias del poder. Han sido diseñadas como un anzuelo de atracción a ciertas frecuencias psíquicas de control de las masas, haciendo buen uso, por consiguiente, de la contradicción y de la dualidad. El juego de la dualidad crea oponentes y sus propias razones que los contradigan. Delimita la grandeza de la vida en un pequeño juego mental de visiones restringidas y opuestas. Esto normalmente ha acarreado un ciclo perpetuo de luchas y contra luchas por establecer más y más reglas de juego.

Más allá de los límites que el poder siempre ha tratado de imponer para mantenerse vigente sobre la conciencia general, hay una verdad que radica en lo más profundo de cada quien, hay un alma que siempre reclama aquel lugar que muchos han negado o han tratado de no escuchar, por conveniencia en los territorios de la materia. El alma es sabia y conoce el momento de cada quien, conoce los puntos más débiles de la personalidad y del ego: les da su tiempo y siempre está presente para presentarles los símbolos y las voces que acaben dándole oídos. Sabe en lo que se convierten las personalidades llevadas por el ego; y sabe muy bien qué tratamiento aplicar a cada quien cuando éstos se han separado demasiado de su alcance. Muchos, para alcanzar poder han creado camadas y más camadas de personalidad para olvidar el cauce original de sus ideales más profundos. El auto-engaño nunca fructifica, por más poder y dinero que se acumule. Una personalidad que no da oídos a la luz de su alma está sujeta al desespero, al agobio, al temor y a la falta de paz. Y, ante todo, el reflejo de sus propios actos, en algún instante de lucidez, suele tomar medidas desproporcionadas en la conciencia, como fantasmas que hacen trastocar los nervios más sensibles de aquello que se ignora o evita enfrentar. No es por nada, que líderes autoritarios y engreídos sean acosados por ideas de persecución e intranquilidad, pues toda creación toma vida y suele emprender una búsqueda enconada por su progenitor.

Por consiguiente, el Poder debe ser muy bien conducido, con cautela, y sobretodo, las más elevadas intenciones, no simplemente para no afectar de sobremanera a una multitud, sino por la propia salud mental y espiritual de su/s conductor/es.

El Poder está comenzando a ser visto con otros ojos, en especial por seres humanos que empiezan a tejer una nueva visión alrededor del mundo. Tal vez no lo parezca a simple vista, pues estamos viendo sólo los últimos esfuerzos superficiales que hacen ciertos representantes de una vieja conciencia por mantener aún sus habitos vigentes, a través de las amenazas, los miedos, la desconfianza y el intento de acumular mayores niveles de control. El alma es sabia y en su profundidad está conectada a todo y a todos, algo que la separación de la personalidad muchas veces impide de percibir.

Las riendas de la falsedad se están despedazando, en especial, en una época donde se hace imposible sostener más mentiras. Las verdades y los secretos brotan y rebalsan por todas partes y ya no hay contenedores capaces de mantenerlos escondidos. No hay tácticas conocidas o desconocidas que impidan que los secretos se hagan conocer. Se está dando en todos los niveles: públicos y particulares. Esto genera un cambio impensable en las maneras de relacionarse con el prójimo y en las líneas caducas de poder. Los viejos participantes están desconcertados y hacen hasta grandes esfuerzos para unirse, para no caer solos. Bien, es que para mantener la orquesta mundial del poder funcionando estratégicamente eran necesarias las verdades escondidas, las medias verdades...

¿Qué pasa en un mundo donde cada vez más sus ciudadanos están ganando conciencia de si mismos, donde aceleradamente las personas parecen notar algo diferente, donde cada vez más individuos consiguen adentrarse al alma misma de sus congéneres y descifrar lo impensable? Tal vez, en primeras instancias, esté sucediendo de manera esporádica e inconsciente, pero está sucediendo. Y, claro, este despertar puede traer mucho miedo, por ese nuevo territorio que se empieza a tantear y a descubrir que existe. Para muchos, miedo por sentirse expuestos. No es de asombrarse que algunos gobernantes intenten descontar su frustración contra los símbolos externos de comunicación, como siendo la fuente de sus reales dilemas.

Por cierto, tenemos por delante un escenario relativamente nuevo, donde muchos ya comienzan a analisar el verdadero papel del Poder en las manos, un Poder que cada vez más exige equilibrio, responsabilidad, discernimiento y un sentido de profundo servicio para todos.

domingo, 30 de agosto de 2009

Tecnología Espiritual

Maestros, Ángeles y Querubines siempre han caminado entre nosotros, haciéndonos recuerdo constante de los elixires celestiales y de cómo alcanzarlos. No hay poder comparable en el Cosmos a la Luz que brota del corazón de un alma en cuerpo cuando ésta alcanza auto-percepción plena en el trancurso de su evolución a través del fragor de las eras.

Las chances son varias hacia el despertar de la auto-percepción. A medida que eso va sucediendo, la memoria eterna va recobrando su lugar, pues el manto de la ilusión se desmantela y se retuerce en su propia inconsistencia. Cuando eso sucede, ciertamente, muchos sacuden la cabeza desconcertados al darse cuenta en piel propia del alto precio de ese juego experimentado, uno que se ha mostrado varias veces como densa niebla y sin salidas aparentes.

Las puertas y portales siempre han estado presentes y en permanente espera para que los corazones humanos los activen de vez.

Sin duda, el tiempo ha llegado, pues la sintonía de millones retumba en el éter. No sólo eso, sino que la acumulación del clamor y la voz de generaciones se escucha con gran fuerza; se escucha en los tímpanos del Cosmos, un Cosmos, cuya premisa es mostrar a sus hijos los vastos rincones brillantes que le circundan, cuyo deseo más ferviente es estrecharle la mano a una Tierra que se ha mantenido por buen tiempo como una bella durmiente y que con fuerza despierta para ganar tiempo perdido.

Por supuesto que lo logrará, pues además de habilidosa y extremadamente inteligente, se agazapa y va de las manos de su Creador/a, uno/a siempre presente para guiarla en esperanza y Luz en medio de su agitado sueño.

En verdad, de los portales del alma, del corazón, de la conciencia y de la mente emanan con abrumadora fuerza sus divinos nutrientes. El suelo, los vientos, las aguas y la carne sacuden y tiemblan para despojarse de vez de lo que siempre incomodó y fustigó la percepción plena del ser humano en su conjunto con todo su entorno.

No es de extrañarse que estemos viviendo tiempos extraños en estas primeras décadas del siglo XXI, en donde los símbolos espirituales, físicos, mentales y emeocionales, que siempre nos han rodeado en nuestro existir -como mensajes de nuestro interior-, están tomando nuevos contextos y comienzan a reclamar atención como nunca antes. No es por nada tantos cambios: de trabajo, de amigos, de lugares, de economía, intereses, de clima... Todo es parte de un asombroso realineamiento con las partes más íntimas y vivas de nuestro ser -y que han esperado ya mucho.

Se está dando una nueva reestructuración del pensamiento y para eso, las viejas normas se están haciendo a un lado. Es necesario. Se está dando en la política, en los gobiernos, en las economías. El viejo esquema está irremediablemente destinado a reevaluarse y a transformarse, pues los corazones humanos desean encumbrarse en la Libertad, La Paz y la Armonía. Y tal vez para ello, haya que recalibrar todos los lazos con frecuencias mentales y emocionales que se han reflejado en un aparente progreso material y tecnológico a muy altísimo precio para toda la esfera terrestre y los divinos seres que la habitan.

Lo que pocos hablan y hacen público se refiere a la gran tecnología espiritual que subyace en todo ser humano. Más de uno, a través de toda la historia han mostrado las facultades que un hombre y una mujer poseen cuando están conectados con el espíritu. Los milagros no son un atributo de la mera casualidad, son aspectos intrínsecos del día a día, son componentes naturales del ser humano que una "cultura lógica" impide su manifestación natural, fluida y plena.

Tenemos a nuestro alrededor una época mágica, donde poseemos la chance de dar un nuevo rumbo a nuestro presente y futuro, donde cada uno es capaz de determinar el curso de su propia existencia, de manera ejemplar y positiva. Siempre ha sido así, aunque hayan aparecido esos que se han esforzado para colocar condiciones y hacer creer lo contrario.

Siempre manténte firme contigo mismo. Confía por siempre en el más grandioso y verdadero poder, ése que irradia el centro de tu corazón, la fuente máxima de todos los "milagros" Y por donde vayas, llévalo contigo y extiende con pasión ese sentimiento y ese canto, pues fue eso lo que Jesús, el Cristo, y el Buda, además de tantos otros, entre Avatares, Santos y aquellos conocidos y desconocidos vinieron a enseñarte y mostrarte, encendiendo la chispa de esa flama interna.

domingo, 9 de agosto de 2009

Realidad

Has escuchado y escuchas casi a diario a quienes repiten con entusiasmo y esmero que la realidad siempre ha sido y es así. Ennumeran sus experiencias que les confirman la evidente realidad que muchos viven a flor de piel.

Dirás que muchas cosas a tu alrededor, al igual que tantas personas y formas de comunicación, comprueban la realidad. Reflexiona por un instante, pues hay quienes "comercializan" con "la realidad". Hay quienes les han dado un precio, un alto precio, por cierto: tu conciencia.

Se han hecho tantos estudios al respecto. Académicos y pensadores han agotado las posibilidades que sólo el debate y las discusiones interminables son capaces de "determinar". Es claro, hay quienes les interesa determinar, y para ellos, las razones o falta de ellas ya han sido establecidas. Son ésos, quienes no están interesados en escuchar tu voz, peor lo que brota de tu corazón.

Las vociferaciones suelen ser muchas. Vienen de varias partes y tienen como objetivo desviar tu atención de lo más importante: tú mismo; en otras palabras, de la voz que brota de tu pecho. Más de uno te puede presentar una lista interminable de utensilios, pruebas y dispositivos de lo que consiste la "realidad".

Desde niños, aprendemos a vivir, convivir y subsistir en una "realidad" previamente establecida, a la que nos educamos, en la que crecimos, a la que, de cierta forma, aceptamos y nos acostumbramos. No falta alguien que asevere que "la realidad" es así. De vez en cuando, encontrarás ese tipo de mercaderes, quienes inescrupulosamente te harán recuerdo de los meandros a los que él o ella están sujetos, a sus tribulaciones y pesares, a sus cargas y dependencias energéticas, que es mejor aceptarlas así como son. Esos nunca te dirán que la realidad está en tus manos, pues eres tú quien posee el gran poder de transformación, de la transformación de tu percepción, influenciando poderosamente la frecuencia de lo que te rodea. Claro, a veces cuando intentas seguir tus propias líneas, con absoluta honestidad y determinación, puede que encuentres con mayor fuerza, las personas y las razones que quieran sacarte de tu carril.

Zafarse requiere coraje. Piensa que por buen tiempo has otorgado tu vida y tu energía a alimentar el tipo de "realidad" que te han "vendido", a través de tantas formas, a través de tantos pensamientos, emociones... No dejarán que un buen cliente se les vaya tan fácilmente de las manos. En último caso, puedes llegar a sentir miedo, una sensación de amenaza y hasta peligro. No te preocupes, porque cuando descubres que las riendas de tu realidad están en ti mismo, descubres al mismo tiempo, que las maquinaciones ajenas no son más que meros pretextos que tú mismo inventaste. Lo hiciste por el miedo de perder lo que imaginaste habías ganado.

¿Cómo cambiar la realidad con una mera repetición de palabras o pensamientos positivos, como tantos "gurús" de estos tiempos modernos repiten una y otra vez, si por las venas y el corazón fluyen otros símbolos?

Quizá haya primero que desintoxicar las viejas normas que se han anclado dentro de si. Es menester limpiar lo viejo para dar espacio a una "nueva realidad". Una nueva realidad consiste en nuevas experiencias, a abrir las puertas a nuevos y desconocidos paradigmas, descartando prejuicios, especulaciones y expectativas, para abrirse paso libremente hacia un nuevo territorio plagado de probabilidades y posibilidades. Es ahí que se debe aprender a ungir las palabras y los actos con todo el fulgor de la propia grandeza.

Exprésate y muévete como tal, pues eres una materialización del poder divino en el plano terrestre. Todo comienza por allí. Y no dejes que nadie te arrebate ese sagrado sentimiento, el sentimiento que tú y tus acciones son y serán siempre reflejos de la robusta y amplia expresión que eres.

jueves, 30 de julio de 2009

Tu Expresión

De tus manos se proyecta el ademán, de tu boca reverbera el verbo, de tus pensamientos vastas ideas. Al unísono, tu expresas la energía que eres. Obsérvate con detenimiento, si lo que viertes al mundo es tuyo o el deseo que otros proyectan en tí.

Las voces de la verdad cantan y vibran, dejan paz y gozo en los corazones, otorgan esperanza, libertad y bendiciones. Escuchar es también una manera de expresar lo que se es. Es una forma de sintonizarse con aquello que se trae dentro. A veces, escuchas lo que no eres, para que disciernas mejor, para que tomes mejores decisiones con respecto a tu propia sintonía, esa que finalmente te lleve hacia la verdad que salga de ti mismo...

Los símbolos de tu interior se reproducen a tu alrededor. Observa con admiración. El mundo que posees dentro se refleja en lo que lees diariamente, en lo que ves, a los que encuentras en tu delante. Todo y todos son la riqueza que fluye en ti, de las más variadas formas en diferentes momentos.

No es casualidad que tus amigos o conocidos reflejen caracteristicas afines o incluso contrarias. Te muestran quien eres y también lo que escondes. Quizá así trabajes mejor tu propia paciencia y aprendas a conciliar tus propias diferencias. La ilusión sólo te hace parecer que proceden de otros...

Expresas lo que eres cuando caminas y expones con honestidad tu propia verdad, reverenciando la verdad de otros, pues los otros también tienen su verdad, y no necesariamente refleje lo que sientes o piensas.

Observa detenidamente: tu propio canto, tu música, tu voz, tus palabras, tus actos. Todo se refiere a ti, el pedestre que dirige la mirada hacia ti, la moto o el carro que ves pasar en tu delante. No dejes pasar nada, presta atención y notarás que todo y todos te susurran y hablan de las mismas formas que tu lo harías si fueses ellos. En resumen, eres tú mismo vistiendo otros ropajes.

Tú eres la expresión, aquella que necesita expresarse de modo preciso e inmensurable, cual un virtuoso en la gran orquesta de la vida.

domingo, 14 de junio de 2009

Despertar

El sentimiento, la emoción y el pensamiento te conducen a experimentar en ocasiones lo inexplicable, para la razón.

Transitas cuantiosas veces por la vida absorbiendo y mascullando voces y ruidos “ajenos”, como si fueran propios.

Encuentras a tantos que veneran sus pesares, que alaban sus doctrinas, que vanaglorian las hazañas de sus egos, que hablan de profundos abismos…

Encuentras de igual modo, a manera de contraste, a los que revelan el camino del gozo, de la reconciliación, de la verdad…

Lo que hallas en tu camino en determinado momento, te suscita algo, tal vez te haga ver una verdad escondida, tal vez saque hacia la superficie los miedos que normalmente conoces o desconoces en ti.

En cada instante, la vida te empuja a resolver lo irresuelto, a curar las heridas, a superar las aflicciones, a hallar un sentido, a despedirte de lo que ya no necesitas y a manifestar tu grandeza.

Las faces que se te presentan son eso: la presencia de todos haciéndote recuerdo de quien eres y de cómo expresarlo mejor. A veces sientes que te condenan. Quizá reflejan sólo la voz de tu propia desconfianza, tal vez tus silenciosas culpas.

Verás que hay muchos que se arriesgan a sentir lo que tú muchas veces niegas, para que percibas que tú también lo llevas dentro de algún modo. Mientras más escapas, más te persigue.

Así, sin escapatoria, no queda más remedio que escucharlo, que prestarle atención, que enjugarse las lágrimas, que aceptarlo y abrazarlo, que arrojar hacia fuera todo lo que llevas preso en la garganta y en las entrañas.

Al fin de cuentas, salió de tu interior y fuiste tú mismo, en la forma de tu prójimo, quien te lo mostró. Fue duro, fue penoso.

De repente, notas que has nacido de nuevo. ¿Cuántas veces hay que nacer de nuevo, salir del capullo y de la coraza vez tras vez, para volar y sentir los aromas del día y de la noche?

Es un ejercicio diario el despertar y el mantenerse despierto, pues algunas veces el sueño es profundo y lo percibes como real. Date cuenta que sueñas, pero mucho mejor es poder soñar plenamente despierto.

domingo, 7 de junio de 2009

Lo Humano y la máquina

Esta temática ha estado vigente entre nosotros por varios años ya, especialmente retratada en la literatura internacional y el cine. Tal vez donde comienza a ganar mayor relevancia sea con la historia de Pinocho escrita por el italiano Carlo Collodi (1826-1890) y Frankestein, publicado por la inglesa Mary Shelley (1797-1851) cuando apenas contaba con 21 años en 1818. Pinocho perduraría como una anécdota para niños. Frankestein, a su vez, quedaría marcado como una de las historias de terror más profundas ya escritas.


"Frankestein" es una criatura mecánica, creada por un científico, el propio Dr. Frankestein, cuyo trabajo se enfoca en dar vida a lo inanimado a través de sus descubrimientos de electromagnetismo. La máquina del Dr. Frankestein toma vida, pero no es lo que se supondría un mero mecanismo capaz de seguir y cumplir órdenes. Quizá en un principio sea así, pero algo que no pudo hacer su creador es evitar de pasarle a su colosal máquina un poco de su propia humanidad. Así, "Frankestein" va descubriendo que lleva dentro de si algo que lo aparta cada vez más de su falta de conciencia de si mismo.


Paulatinamente, va ganando cierto grado de conocimiento sobre lo que él es. Se siente atraido por lo humano a quienes intenta acercarse como un niño ávido y curioso por aprender. Sin embargo, los humanos parecen alejarse de él por su figura gigante y grotesca, por lo rudo de sus movimientos, hasta que llega a ser considerado una amenaza para las personas. Estas intentarán destruir a aquella manifestación monstruosa que simplemente comienza a sAborear el significado de vida.


La historia se vuelve trágica, porque los hombres desean destruirlo y, al final, el monstruo desea vivir. Su creador trata de salvarlo a toda costa. De cualquier forma, él acaba perdiendo control de su más perfecta y querida creación.


El dilema de "Frankestein" es que es una máquina, pero a la vez con ingredientes humanos. Por consiguiente, se encuentra entre dos mundos. Por encima de todo ello, hay un territorio allá afuera incapaz de darle espacio y aceptarlo como es.


En la actualidad, este tema ha revivido con gran fuerza, al poner en escena películas como Yo, Robot, originalmente escrito por Isaac Asimov, Inteligencia Artificial y películas taquilleras como la saga de el Exterminador del Futuro y Matrix. Estas fábulas modernas siguen los mismos esquemas clásicos propuestos en la literatura de Mary Shelly, conteniendo un fin que ofrece pocas luces y sobresalienta el miedo y la desconfianza del ser humano por su propia creación.


El ser humano ha estado fuertemente vinculado a una idea de control de su vida y de sus circunstancias, y cuando su creación sale de los límites que él ha impuesto, el fatalismo es inminente para muchos. Esta guerra intrascendente entre la máquina -ya sea mecánica o cibernética- y el hombre, no es más que un juego lúdico de una sociedad que ha ido fortaleciendo la contextura de su progreso tecnológico en detrimento de su humanidad.


La tecnología es una creación humana, convirtiéndose entonces en una extensión de su propia humanidad. Los Frankesteins, exterminadores del futuro o cualquier otra máquina poderosa que desea acabar con la raza humana, en si, carga el mismo miedo de su creador, ese instinto de sobrevivencia. La máquina destructiva es simplemente un reflejo del mismo hombre, es su miedo más profundo materializado delante de él. En otras palabras, es él mismo.


En este sentido, Matrix retrata la fantasía de este dilema en su máxima expresión, al mostrar a toda una raza humana dormida en una especie de programa diseñado por una Matriz cibernética que controla a la humanidad. Fuera de toda parafernalia visual y sonora, la máquina, conjuntamente con todos sus circuitos y chips, fue originalmente creada por el ser humano, al parecer para que al fin y al cabo le sirviera de sedante y lo hiciera dormir.


El ser humano no puede escapar de su gran responsabilidad inventando pretextos que le arrebaten el control de su vida y lo mantengan durmiendo indefinidamente, a la espera de un salvador. De cualquier forma, cuando un miembro de la familia despierta -como ha sucedido con varios a lo largo de nuestra historia-, todos los demás de algún modo se ven obligados a hacer lo mismo, más tarde o temprano.


El ser humano posee pleno control sobre si mismo, sobre sus actos y elecciones personales, por más que invente arquetipos externos que intenten apoderarse de su condición.

Cariñosos saludos!

jueves, 14 de mayo de 2009

Divino Ser Humano

Cuando llegamos a este mundo, lo hacemos de manera pequeña y frágil. Traemos sí dentro toda la voluntad latente de incorporarnos al plano de la acción y de crear con nuestro propósito un discurrir personal y, aunque transitorio, hará parte de un complemento colectivo de pensamientos , acciones e ideas. Algunos serán conscientes de ello, otros no tanto, otros menos. Sea como sea, un sedante del propósito humano puede significar el anzuelo de la "realidad" que el ser va comprendiendo en el transcurso de su vida, con su crecimiento, educación y relaciones. Tanto así, que su mismo propósito puede ir moldándose a las circunstancias que lo vayan acompañando.

El plano terrestre fue diseñado en sus principios como un paraíso, no es sólo parte de un relato bíblico, sino un recuerdo ancestral que la humanidad lleva consigo desde su nacimiento en la divina Tierra. El ser humano, como una expresión física indivisible de su parte etérica divina.

La historia de los ángeles caídos nos puede simplificar el desdoblamiento del proyecto inicial, a manera de una tergiversación voluntaria o involuntaria de la condición humana a cambio de otras consignas en el plano terrestre. Se ha infringido mucho dolor y sufrimiento y, sobretodo, olvido por una condición primigenia natural del ser humano consigo mismo como ser completo e íntegro en sus comienzos.

De cualquier forma, siempre hay algo que ha impelido al ser humano, sin importar el camino que haya escogido, hacia la confección de un propósito mayor y, cuando nos referimos a mayor, queremos decir más allá de sus objetivos diarios y particulares. Ese algo, es un recuerdo lejano de su condición inicial, una especie de búsqueda que ya comienza desde el nacimiento. Es la madre quien hace recuerdo al infante y al adulto de donde provino, no solamente de una matriz física, sino espiritual.

Ser humano significa crecer y en ese transcurso de descubrimiento y expansión se dan muchos tropiezos. Muchas tácticas y técnicas acaban siendo usadas en la superación de los obstáculos terrenos, de forma individual y colectiva. Así, la persona va descubriendo con estudio y experiencia el funcionamiento de su realidad más próxima. Es a través del prójimo que va observando la dinámica de la integración de sus actos y experiencias a un nivel de grupo. Percibe, asimismo, que lo que funciona con uno, no necesariamente será valedero para otros.

Las posibilidades son vastas, aunque en numerosas ocasiones parezcan muy reducidas. Por cierto, es en este último punto donde radica uno de los mayores anzuelos distractivos de la atención humana y que bastante desasociego le ha traído.

Así que el infante se introduce en el mundo terrestre, se depara con un conjunto de personalidades en interacción conjunta, las más próximas ejerciendo gran influencia en el desarrollo de esta nueva persona. Se puede decir, que cada quien es capaz de dejar una marca de atracción o repulsión en el ser. Son estas dos fuerzas las que irán moldando y templando desde temprano el carácter de la persona, en especial, a través de sus expresiones y creencias.

Las sociedades en su conjunto han definido normas explícitas e implícitas de lo que esperan de sus miembros y la educación de la misma enfatiza estas circunstancias. Pero si hay algo que ha sustentado el avance de la humanidad como un todo ha sido siempre el trascender cualquier tipo de circunstancia. Quizá aquí radique el verdadero valor de las posibilidades reducidas. El aceptarlas o no hace parte de una elección personal, por más que hayan aquellos que se esfuerzan para que una mayoría esté expuesto a este determinismo.

Estas limitantes de la condición humana no dejan de ser un estímulo y desafío para algunos, quienes siempre osarán transgredir cualquier posibilidad, en un intento por recolocar al ser humano de vuelta a su estado original de gracia, hace tiempo olvidado.

Cuando la memoria y la razón de la humanidad tienden a aletargarse bajo el influjo de fuerzas antagónicas como la ignorancia y el temor, aparecen aquellos espíritus que se abren paso a través de cualquier contrariedad, como un recordatorio de la fuerza que todo ser humano lleva en su interior.

No cabe duda, que han habido muchos -y todavía los hay- que se han esforzado a lo largo de la historia para colocar en el ser humano el estigma de una naturaleza desviada. Aquí, la condicionante del miedo ha influenciado de gran manera la elaboración de una identidad colectiva, reforzada por traumas históricos y el debilitamiento progresivo de la auto-estima.

Sea como fuere, toda la maquinaria desplegada para reducir al hombre y a la mujer a su mínima expresión es completamente ineficaz cuando ambos comienzan a recordar y a expresar todo el fulgor que constantemente repica dentro de si mismos.

martes, 10 de febrero de 2009

MUNDO

Substancia maleable, alterable, rígida, indómita, materia, energía en movimiento. Árboles, hierbas, animales, joyas, gentes, metales. La oscilación del existir y del no-existir, dimensiones alternadas, conocimiento abundante, efímero y eterno. Poesía, canto, lirismo, pensamiento profundo y prosaico. Las enredaderas de la vida y de la muerte. A cada paso, muchas decisiones, quizá ninguna. Recuerdos vanos e intensos. En el crepúsculo, un breve sueño acaecido en medio de tantos otros. En vida, instancias construidas, momentos labrados, eventos creados, experiencias talladas e impresas, palabras pronunciadas, emociones dilapidadas, caminos y senderos recorridos, fuegos encendidos, rostros conocidos, cuerpos imaginados.


Todos escuchan tus sentencias y pensamientos, aunque hagan de cuenta que no. Atrás del forro de lo audible, resuena estrepitosamente hilos que se tejen por doquier y se juntan a todos los que ves y hasta ignoras.


Editas las páginas de tu vida. Otros las leen a diario, mientras caminas, digieres, duermes; te contuerces contigo mismo sin saber que otros hacen lo mismo y te acompañan.


Susurras al aire registrando tus latidos al viento. El mundo los percibe, los oye en la distancia. Hay muchos que al escucharlos, los absorben naturalmente. De ahí, nacerá una canción, triste, pesada, fulgurante, amena, pero nunca incapaz de ofrecerte una respuesta. Pues, el mundo vibra y ruge para vos. Cada momento te guía al próximo, latido tras latido, palabra tras palabra, crepúsculo tras crepúsculo. Lo inaudito, lo precoz. Forjaste el mundo desde tiempos inmemoriables; ahora, ni lo recuerdas. Esculpiste millones de realidades, en tu alrededor, en tu interior. Los sueños y las pesadillas vienen de tu pasado, de tu futuro, de lo que has vivido y dejado de hacer, de lo que te esfuerzas por ignorar, de aquello que, por momentos, consideras un crudo presente.


Todo responde a aquello que ebulle en ti, a veces, se magnifica, en otras instancias, recorre tímidamente. Tú eres el magma, la roca, la hoja, la corteza, la pluma, el plasma. Simplemente, no recuerdas. En ocasiones, lo harás. Vendrá el impacto de una imagen, una voz, una sensación, un matiz que te hacen remontar por otros senderos.


Tú escogiste lo que eres. Es tu papel. Sólo tuyo, tuyo y también del mundo. Pues, el mundo se esfuerza para que lo cumplas de la mejor manera posible. Imaginas poco lo cuanto se esfuerza. Tu madre, tu padre, los que te rodean son parte indivisible de ese mundo. Es ese mismo mundo el que te rocía con sus impresiones a diario, donde vives, donde trabajas, donde te alimentas, con sus sabores y sus ropas, sus ideas, sonidos, aromas, libros, películas, sus visiones y emociones.


Tú eres una manifestación del mundo. Él te provee el alimento material, mental y espiritual. Miles de millones de hombre y mujeres han trabajado a través de la historia y aún lo hacen a cada segundo, para darte la información, las razones y las manifestaciones físicas y psíquicas que en su momento necesitas y buscas, para confeccionar los elementos útiles de tu existir; te dan también sus problemas y lágrimas, con la profunda esperanza de que tú los acojas con cariño y quizá aparezcas con una solución. Tal vez no sea la que ellos esperan. Es de tu silencio, tu paz y de tu propio interludio que algunas luces se encienden. Ten certidumbre absoluta que habrán quienes escuchen. Serás testigo de tu propia influencia al percibir tus mismas palabras en "bocas ajenas", en sus actos, en sus pasos. Luego, percibes que el mundo comienza contigo y responde a tu altura.


Nunca creas cundo te digan que eres un mero mortal, un ego perecible en carne y hueso. Debes prepararte continuamente para responder a las pruebas y seguir con tu rol, el rol de un alma en cuerpo, como un disfraz virtual de un gran juego tridimensional, más allá del tiempo.

jueves, 29 de enero de 2009

RESPONSABILIDAD

La vida en si puede parecer caótica para muchos. Ciertamente, lo es. Las variables que se van presentando a lo largo de un plan o una directriz pueden enloquecer a los maníacos de un orden. Esto, si también envuelve la participación directa e indirecta de muchos participantes.

En una sociedad altamente mental, estructurada en sentido lineal, o sea, acostumbrada a procesos esquemáticos puntuales y secuenciales para la construcción de su realidad, se ha establecido consciente e inconscientemente un discurrir contrario al establecimiento caótico que la vida le plantea a la mente humana.

Muchos, angustiados y constantemente temerosos de su devenir, idealizan toda una serie de preceptos, normas, reglamentos y niveles que consigan -por lo menos, momentáneamente- regular ese "gran desorden". Normalmente, los maníacos controladores y reguladores del "gran desorden" suelen crear "gran confusión" en las personalidades de un grupo o territorio, en primeras instancias, como un paso -dentro de la esquematización mental de las sociedades, consideradas como un mero objeto de la sociología moderna- que exigirá de las "masas", medidas "radicales" para re-establecer un cierto orden perdido, acorde a la contextualización mental de algunos grupos de personalidades.

La personalidad humana casi siempre ha huido de aquella Luz interior, pues es demasiado candente y exige una constante lealtad ígnea a principios que escapan de las restricciones del cuerpo y de la mente.

Este comprometimiento consigo mismo/a recoloca a la personalidad sobre un eje que le da amplia libertad de pensamiento y acción. El caos deja de sonar extraño y los problemas y viscicitudes humanas pierden ese matiz grandilocuente; se tornan, por lo tanto, pequeños y administrables.

La mente es capaz de jugarle muchos juegos y trucos a una personalidad debilitada y temerosa, por la ausencia de "espíritu". Básicamente, es este tipo de personalidad la que deja que su mente tome cuenta de las circunstancias de su vida. No ve otros recursos en si misma, a no ser ese apetecible anzuelo del ego que la mente bien sabe estimular.

Así, se da una amplia separación entre las partes que integran al ser: personalidad/ego/cuerpo/mente/circunstancias/mundo. La desintegración de la "persona" se hace evidente. Los problemas y eventos del mundo son demasiado distantes y las circunstancias más próximas a la personalidad suelen ser lidiados de manera evasiva, para no afectar al ego. Es aquí, cuando las personalidades debilitadas coinciden en crear ciertos sistemas para solucionar sus problemas más inmediatos. Este problema, al final de cuentas, será lidiado por el sistema y no por las personalidades: transferencia de responsabilidad.

En territorios donde hay un gran porcentaje de personalidades debilitadas y/o fragmentadas a través de un transcurso muy inestable, adverso y hasta desesperanzador de buena parte de su historia -independiente de su estado social, civil, económico y político- surge una fuerte tendencia al populismo machista. El supuesto "lider macho", en este caso, es una proyección colectiva de aquella egrégora que caracteriza la personalidad del grupo en ese momento, con sus evasiones y debilidades, bien compensadas con el tamaño del ego y de la mente. Es aquí donde el ego supone que ya lo tiene todo controlado; es extenuante y exige gran energía mantener las cercas imaginarias del control de variables, pues frecuentemente aparecen las más inusitadas, inclusive en el momento más inesperado.

No es por nada que el ego se afane para cerrarle las puertas al Espíritu, pues es éste su mayor desembaudador. Si se ve a través de la historia humana, han habido y todavía hay sistemas y gobernantes que atacan con tenacidad a grupos religiosos y a sus clérigos en muchas partes del mundo: La ex-unión soviética, China, Cuba y en otros tantos, por no decir el resto, se los ha tratado de suplantar con el hedonismo, el nihilismo, las apetencias exacerbadas del comodismo y el fundamentalismo. Al final, el ego es sólo una herramienta dúctil de la mente descontrolada de una personalidad quebrada y temerosa.

Los sistemas, cualesquiera que sean, mientras mantengan líneas rígidas de control y subordinación poco podrán hacer para resolver los dilemas más profundos del ser humano, pues en un momento dado, reaparecerán otra vez en mayor grado, en la superficie.

La responsabilidad del maestro es para que el alumno halle de la mejor manera posible sus propias respuestas. Lo mismo hace el médico, pues él, por si solo, es incapaz de curar a quien sea. El buen médico es aquél que ayuda a fortalecer las defensas del cuerpo del paciente para que por si mismo salga victorioso de la afección que le aqueja.

Nadie posee en sus manos la salvación de otro u otros, sólo la de si mismo, que de por si ya es tarea por demás encomiable. Interesante es observar aquí que la patología de la personalidad cobre un altísimo precio por la resolución de los problemas ajenos.

Los "verdaderos" y grandes líderes no apuntan a sus propias poblaciones con el chantaje o con el fusil para que cambien. El cambio no se da a través de la fuerza y la imposición, debe darse primero en el corazón.

El lider debe ser plenamente responsable de sus palabras y de sus actos y para eso debe tener la habilidad de buscar su propia Luz, bien dentro. Sólo así, será capaz de no seguir ni aclamar las "sombras" ajenas.

jueves, 22 de enero de 2009

BOLIVIA

No es un acaso que seas el centro de un continente. El símbolo geográfico que cargas debe plasmarse como una marca psíquica y espiritual del gran potencial que en si ERES: una fuerza armónica y conciliadora entre las personalidades o partes que te rodean.

No es un acaso tampoco las intrigas y sinsabores, el descontrol, el desequilibrio, todo ello ha sido el aire propio y ajeno que has inhalado por centurias.

Tu lucha interna ha sido y es por fijarte un ritmo personal, para encontrarte a ti misma, para conservarte íntegra entre tus semejantes, para no desvanecer ante las injurias, las calumnias, las tiranías, las mentiras.

Estás lista para reencontrarte después de años de purgar tus penas, secar las lágrimas y sanar el alma.

Estás aprendiendo a limpiar el corazón, a fortalecerlo con los sanos juicios y los tonos más agradables y elevados.

Eres el centro. Ese centro es el equilibrio, el balance entre las fuerzas extremas, tanto internas como externas.

Tu reequilibrio es el reequilibrio de otros, de esos que esperan con tu ejemplo, aunque hayan quienes te empujen hacia otros pasadizos.

Te has perdido y surcado los caminos de la confusión y la pendencia. Sólo después de hundirse en la ignorancia y la oscuridad, se osa clamar con todas las ganas por la Luz, subir peldaño a peldaño, individual y colectivamente, hacia el destello de la verdadera esencia, una que no condena, una que hace gala de la confianza y del brillo personal, una que es íntegra, honesta y responsable de su divina misión.

domingo, 4 de enero de 2009

REVIRAVUELTA

La historia de la civilización humana ha estado plagada por una redundancia de episodios y anécdotas deliberadas, movidas dramáticas y belicosas, peleas y fricciones insondables y una búsqueda por demás delirante y apasionada por riquezas y poder a cualquier costo. Ha sido la marca registrada que generaciones y generaciones de hombres y mujeres han impreso sobre la propia superficie del planeta Tierra, una morada sensible y susceptible a las criaturas que siempre ha albergado con modesta paciencia.
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El tiempo terrestre no se ajusta al tiempo humano, peor a los preceptos caprichosos que la mente de este ha intentado imponerle por milenios. La Tierra ha sabido responder a medida, por veces se ha sacudido las espaldas inquietantemente. En otras oportunidades, sus esporádicas mudanzas de su temperatura corporal, a manera de una pasajera fiebre o un leve escalofrío, ha cambiado por completo el habitat humano por décadas e incluso siglos. Es que los días humanos son geológicamente tan breves. Por eso la Tierra suele esperar, no es que simplemente espere, pero sin importarle el temperamento de aquellos y aaquellas que la pueblan, siempre les ofrece los mejores frutos. De cualquier forma, es una testigo eterna de las alegrías y tristezas de todas las criaturas que abraza, incluso de hombres y mujeres, de sus sociedades y ciudades. Es testigo permanente del sufrimiento de las guerras y las hambres e inclusive de su propia furia contra sus habitantes, en forma de huracanes y tempestades. Y muy cierto es que la Tierra desde un principio siempre ha comulgado muy estrechamente con todas sus criaturas, las ha sostenido mientras han durado. Aún lo hace y no dudará en continuar haciéndolo. En este juego conjunto y tan estrecho de las energías, sean éstas animales, vegetales, humanas, telúricas o espaciales, todo llega a satisfacer un objetivo imperceptible a simple vista, algo que en si se alarga al tiempo y a los límites vitales de una simple generación o varias.

La especie humana en su limitada abstracción temporal siempre ha sentido y siente los atavíos de su existencia en una época y en un lugar determinados, muchas veces interpretado como "separados" de ella, un mundo que le sirve como un mero escenario con el que posee contacto para simplemente usufructuar, de la manera que le sea más conveniente, de todos los recursos que ofrece. Así, han sido sólo generaciones muy posteriores las que han podido deducir la visión limitada de los actos de sus antecesores, y les han permitido reflexionar el ahora comparándolo con el pasado y sus repercusiones con todo aquello que les rodea.

La Tierra es paciente. Pues, en todo este proceso de un despertar generacional, los hombres y mujeres presentes comienzan a escuchar otras voces y a percibir otros colores. Muchos, sin duda, reclamarán que la historia y las cosas poco han cambiado, que los hombres continúan tan necios como antes en su afán de control, riqueza y poder. A diferencia de los hombres, la Tierra suele ser muy tolerante, ya que el despertar de una conciencia depende de muchísimos factores interconectados a través del tiempo y del espacio.

Fácil es llegar a evidenciar cada vez más un discurrir de acciones exóticas, en que muchos intentan repetir, con absolutamente todas las herramientas a su alcance, una especie de vuelta hacia atrás, un status quo mental y espiritual reflejado en varias áreas humanas. Con ahínco y desespero quieren colocar a la conciencia humana de nuevo en el pequeño cautiverio al que por mucho tiempo fue forzada. No obstante, las viejas fórmulas y mañas trastabillan y con grandísima más fuerza todos aquellos quienes siempre se han limitado a ajustarse a los padrones de tan obtusos designios. Si ellos mínimamente supieran los planes de una Tierra que los emplea ahora como los últimos recordatorios para los que vendrán, de aquello que no más debe volver a repetirse. Todo esto en un tipo de nueva conjuración y conformación de las energías en el plano terrestre. Sin más, las bases sobre las que normalmente se ha asentado la historia de los pueblos se resquebraja de manera vehemente.

Las nuevas generaciones están siendo formadas por contingentes humanos cada vez más cuantiosos y poderosos en contenido, cuyas expresiones asombrarán cada vez más el entendimiento de sus progenitores. No sólo son capaces de triturar la lógica desactualizada de sus padres sino de aliviar vigorosamente sus corazones. Y ante esto no hay arma mental capaz de detenerlos. No hay leyes ni tampoco parámetros escritos en simple papel. Las conjeturas, los falsos juicios y las suposiciones se derrumban y de sus ruinas se levanta una verdad más cristalina e íntegra, una que contempla amor, honestidad y compasión por todos los que vinieron, los que están y, sobretodo, por todos los que todavía no han llegado.
Un gran 2009 a todos!

Madre Tierra

Madre Tierra
Foto de laTierra tomada desde la sonda japonesa Moon Orbiter Kaguya

Electric Storm

.......... En Marzo 02 de 2014, primera noche de Carnaval se derrama el cielo sobre la ciudad de Santa cruz de la Sierra, Bolivia. Estas imágenes pueden servir como un pequeño testimonio de lo que ocurrió.................. ...................................................... ...................................................... On March 2, 2014, on the first day of Carnival, it pours rain all over the city of Santa Cruz de la Sierra, in Bolivia. This footage may serve as a short testimony of what happened... Para facilitar su subida a Internet, la calidad de imágen se ha reducido notablemente. Espero lo disfruten!

Colores

..........................Tercer segmenro de "En el Cielo y en la Tierra"...........