VIDA Y PAZ / LIFE AND PEACE

El mes de Diciembre surge como una reminiscencia del renacimiento de un sentimiento en la conciencia humana y su historia. Ese sentimiento humano surge simple y en medio de esos prolegómenos de estado y gobiernos, durante épocas de sensos y conquistas románicas a Oriente, en este caso, a Judea. Existe la historia que sabemos, también la que no, y además la que imaginamos. Todo eso porque el reconocimiento de ese sentimiento en este plano terrestre se ha ido dando lentamente, en primeras instancias, de forma convulsa y bajo la reacción de la espada y de la cruz.

El Gran sentimiento se hizo carne e impregnó su fuerza al resto de la familia humana para que lo vaya asimilando y comprendiendo con paciencia y compromiso, compromiso por las generaciones venideras, como un recordatorio de los ciclos de la vida, de esa misma "resurrección de la carne" que el propio Gran Sentimiento -en la forma de un Gran Maestro- vendría a mostrársela a sus hermanos, una vez adulto.

El Gran Sentimiento vino a enseñar a la humanidad esa misma prueba que todo ser humano -cada pedazo de divinidad- en algún momento tiene que pasar en ese ciclo para trascender el mismo ciclo de la mortalidad y de la muerte. Y es en ese permanente discurrir de la muerte, que algunos han anclado sus conciencias y ya no recuerdan ni perciben el Sol fulgurante que surge en el amanecer; o por el contrario, se vuelve insostenible soportar tal encandilamiento cuando se alza la mirada hacia el amanecer... Y así, es notorio percibir esos aires de temor que se ciernen sobre aquellos cuya rúbrica ha sido normalmente manifestar las reverencias de su oscuridad, queriendo imponerla al resto, quizá para no sentirse completamente solos en sus propios calabozos mentales. Y han sido varios los que han caido en esas tretas artificiales del miedo y la desconfianza, quedando sólo atrapados en los ciclos kármicos de sus propios actos y palabras, saldando permanentes multas -algunos las llaman culpas- a su propio ser, desconociendo los efectos purificadores y sanadores del perdón.

Así, el Gran Sentimiento se hizo carne y contrariando toda ciencia y norma de las épocas y de esos "poderes consolidados" en el plano terrestre, vino a enseñar y a bañar la Tierra con el candor del perdón; la lección puede ser demorada para algunos, pero para muchos ha sido libertadora, en especial de las propias multas y faltas, ejercidas por el agravio al reflejo de si mismo: el prójimo.

En épocas de insidia y agravios del poder (en sus múltiples formas terrenas), percibimos que aquellos que siempre han atentado contra la conciencia colectiva con una serie de tretas para colocar unos contra otros, para alzarse y pisotear derechos a través de argucias e infamia, son sólo esos pocos atemorizados, perplejos y con una clara muestra de la falta de la autoestima personal. Necesitan toda una colosal maquinaria política, ideológica y científica para sentirse seguros en este mundo, un mundo que en toda su grandeza nunca les negó nada, abrio sus brazos y sólo les ofrecio abundancia, a pesar de los desafíos para llegar a donde se encuentran. Les mostró de igual forma a esas "personalidades poderosas" que eran lo necesariamente fuertes para sobreponerse a cualquier contrariedad... A esos "líderes y figuras del poder global" se les está haciendo un ofrecimiento último para trascender el ciclo de la mortalidad:

¿Son capaces de mostrar a las poblaciones cómo superar las contrariedades y alcanzar armonía y plenitud, o simplemente en esas ansias del ego y de sus temores, sólo son capaces de implementar mayores contrariedades y zozobras grupales y personales, que mantengan el ciclo de la pena y de la muerte?

Diciembre -así como todos los otros meses- es el mes del renacimiento individual y del perdón, es el mes de la reconexión con lo que nos da alegría y paz, es la hora de mantenernos más con nosotros mismos y de dar nuestro tiempo a las palabras y actos que carguen un electromagnetismo y unas frecuencias de un caracter más íntegro y pleno, apartándonos de lo que daña la psique y la paz de espiritu. Es el momento de tomar decisiones serias:

¿De seguir alimentando con la reacción instintiva, el desasociego y las palabras y actos desmedidos esa "realidad distorsionada" en la que todos de alguna forma, en algún momento, hemos participado, o de dar un nuevo giro de visión y vivencia, asociándonos de una vez por todas con la poderosa energía y frecuencia curadoras de las eras y que eleva el espíritu?

Cada quien responderá a su manera, dentro del compromiso y de las cargas emocionales que tengan con la "realidad" en la que se encuentren transcurriendo, y desean de una vez salir o entonces consolidar. De cualquier manera, a nadie nunca se le podrá quitar ese magnífico y mágico atributo de decidir por si mismo, pues es allí que radica la abundancia de la vida y de la Paz.


Una fantástica Navidad y Fin de Año!




LIFE AND PEACE
(English version)


The month of December emerges as a reminder of the rebirthing of a sentiment in the human consciousness and its history. This human feeling emerges in a simple form and also amid those governmental and state prolegomena, during census times and Romanic conquests to the East, in this case, to Judea. There is the history we know, also the one we do not, as well as the one we imagine. All that because the recognition of this feeling on the earthly plane has been happening slowly; at first, it happened in a harsh way under the reaction driven by the sword and the cross.

This Great Feeling became flesh and blood and permeated its strength through the rest of the human family for it to assimilate and realize with patience and compromise, a compromise for coming generations, as a reminder of the life cycles, from that same “flesh resurrection” that the Great Feeling himself –in the form of a great master- would show his brothers and sisters once he was thirty-three.

The Great Feeling came to teach humanity that same test that every human being –each piece of divinity- at a certain moment has to go through in that cycle to transcend mortality and death itself. And it is that permanent flow of death, upon which some people anchored their consciousness and they no more neither remember nor perceive the gleamy Sun that arises at dawn; or just on the contrary, it has become unbearable to stand the shinning flares when the eyes are pointed at the dawn... So it is obvious that that sensation of fear that happen to be around those who have normally revered their own sense of darkness, wanting in many cases, to impose it upon others, perhaps for them not to feel too alone in their own mental dungeons. There have been many who have fallen in those artificial tricks of fear and mistrust, getting just trapped in the karmic cycles of their own doings and words, paying unsolved fines –some call them blames and sins- to their own self, not acknowledging the purifying and healing effects of forgiveness.

Thus, the Great Feeling turned into bone, blood and flesh and contradicting every science and norm of the times and of those “consolidated powers” on the earthly plane, came to teach and bathe the Earth with the flame of forgiveness; the lesson can take time for some people, but for most it has been freeing, in special, from own guilts and fines, committed against the self image of oneself: the other.

In insidious epochs of power (in its multiple earthly forms), we can perceive that those who have normally attempted against the collective consciousness by placing a series of tricks to put one against the other are only those few who are afraid, awed and showing clearly a lack of personal self-esteem. They need a colossal political, ideologic and scientific machinery to feel themselves safe in this world, a world that in all its grandiosity never denied them anything and opened its arms and offered them abundance despite the challenges they needed to overcome to be where they are. To those “powerful global leaders and figures” a last offering is being made to transcend the cycle of death:

Are they capable of showing people in general ways how to overcome contradiction and reach harmony and plenty? or amid the urges of their ego and its fears, are they just able to implement more group and personal worries and distress among populations which would keep the cycle of death for themselves?

December –as well as the other months of year- is the month of a personal rebirth and forgiveness, it is the month of reconnection with what gives us happiness and peace, it is time to keep ourselves more within and to offer words and deeds charged with a more plentiful and whole electromagnetic frequency, walking away from whatever hurts our psyche and peace of spirit. It is time to make serious decisions:

To continue feeding of instinctive reaction, restlessness and extremist words and actions from that “distorted reality” on which we all in a certain degree and instant have participated, or to give a complete new living turn, getting once and for all associated with the powerful healing energy and frequency of the times and consciousness raise?

Each one will answer at will, within the compromise and emotional charges toward that “reality” each one is involved in and living, and depending on whether they want to get out or just consolidate it. Anyway, that wonderful and magic attribute of choosing by oneself could not be ever taken away from anybody, because it is right there that all Abundace of Life and Peace are rooted.

A Fantastic Christmas and End of 2010!