La Nueva Era

"Hay señales inconfundibles de que en nuestro tiempo se está produciendo un acontecimiento mitológico-psicológico-histórico importante y extraordinario. Historiadores serios han anunciado el final de una Era, y nuestras incipientes mitologías proclaman el comienzo de otra -la de Acuario-; una Era llena de maravillas y anunciada por portentos. Lo que es seguro es que nuestras viejas dinastías mitológicas, las grandes tradiciones ortodoxas que han guiado y dado forma a la vida de los hombres en este planeta durante miles de años, han empezado a aflojar el dominio que ejercían sobre nuestra imaginación colectiva. Durante la mayor parte de nuestra historia la tendencia mitificadora del hombre ha estado anclada tanto en una proyección literal sobre el paisaje exterior como en formas culturales tradicionales. La primera ancla ya se ha soltado y estamos arrastrando la segunda, azotados por los vientos de cambio".

Stephen Larsen
La Puerta del Chamán

lunes, 16 de diciembre de 2013

LA SOCIEDAD EXTRATERRESTRE

En este par de meses pasados mi vida ha estado marcada por una sinuosidad de situaciones, caracterizada en primeras instancias por una especie de estancamiento y a partir de las primeras semanas de Diciembre una vorágine de situaciones concatenadas que, de cierta forma me han ayudado a liberar estrés, impaciencia y nerviosismo acumulado desde mitad de año. Ahora con el tiempo y la calma para hacerlo, escribo este nuevo artículo, como una forma de ir desmenuzando lo que ha ido y está pasando, no sólo como un acontecer personal, sino a escala colectiva. Algo que se enfatiza en este sitio es la interconexión humana con su medio y vice versa, no existen los elementos disgregados ni separados. Por consiguiente, muchas de las cosas por las que he estado atravesando están vinculadas a esquemas que abarcan toda una colectividad y niveles incluso inconscientes del agregado colectivo. El elemento humano es muy particular, a diferencia del resto de las especies naturales. Las plantas y los animales se mueven en un fluir continuo de fuerzas que siempre intentan permanecer en equilibrio a lo largo de mucho tiempo. El elemento humano, a través de la psique ha ido filtrando su proceder natural como parte de toda esa dinámica instintiva e intuitiva. El filtro de la razón, por el contrario se ha dedicado a borrar los lazos naturales con esas fuentes de origen por considerarlas bajas e incompatibles para ser subyugadas por el raciocinio y escrutinio. La fuerza de la razón ha mitigado su incomodidad deshaciéndose paulatinamente de aquello que más le ha molestado a su entendimiento: el flujo vital, un artículo poco entendible, hasta subversivo para determinar su curso, algo que en innumerables veces sigue una ruta impredecible, alterando sin explicaciones previas su rumbo. El flujo vital se ha tornado el mayor obstáculo de los barones de la realidad del mundo, de aquellos que necesitan leyes y normas para controlar el flujo vital, la energía más temida para este tipo de entidad, llamémoslo de “mente androide” o ente tecnológico, la mayor hazaña para finalmente prescindir del valor orgánico.




Lo que escribo ahora es un tema a veces recurrente y no es por nada que la ciencia ficción haya hecho parte de mi temprana fascinación. Los mundos posibles del futuro y porque no decirlo del presente siempre han surcado los índices y los muchos capítulos de mi imaginario. Paulatinamente, a medida que he ido creciendo, he ido igualmente descubriendo que las pautas que mi imaginación infantil y de adolescente me iban dando, eran hitos premonitorios íntimamente relacionados con la información cuántica que a la vez he ido recolectando; y más aún con el advenimiento formidable de Internet. Es aquí donde he ido descubriendo que todo este aluvión de imágenes internas provienen o tienen mucho que ver con nuestras propias vías de comunicación con otras realidades, dimensiones y/o –por qué no decirlo- entidades de esos mundos. Creer entonces en una realidad disociada, separada y altamente individualizada es una tragedia, tragedia por el simple hecho que es el mayor embuste que se nos ha hecho creer en tanto tiempo de vida como humanos, ha sido la mayor treta erigida para ponernos a prueba y ver si realmente podíamos darnos cuenta de la farsa. Aquellos tónicos que la vida nos ha estado enviando en los últimos cinco a seis mil años de historia civilizatoria (“domesticadora”), en forma de Budas, Krishnas, Cristos, y otros canales expresivos de liberación de tan crudo juego en el que nos hemos visto envueltos, ha ayudado muchísimo. Y en este sentido, hago un paréntesis para enviar un gran agradecimiento y tributo a un espíritu excelso que nos ha estado acompañando en esta época de transición de milenios como ha sido Nelson Mandela. El nos hace recuerdo que la civilización humana tuvo sus orígenes en el continente africano y de ahí peregrinó paulatinamente hacia Asia e Indoeuropa. La esclavitud negra simbólicamente representó el intento de una civilización occidental altamente racionalista de controlar y negar su propio orígen existencial. Y es que la raza negra es una raza que despliega mucha fuerza y vitalidad, un flujo vital temido por el filtro de la razón. No es un acaso que Africa haya sido plagada con un recio colonialismo europeo que fue socabando su honor, su esperanza y su salud. Los barones de la realidad destronan el honor con la insidia, la guerra, la hambruna y la enfermedad, creando así sistemas de dependencia y co-dependencia, en otras palabras, creando un carácter de adicción en todos aquellos cuya subsistencia deriva de tal mecanismo. La tecnología, la información, los insumos de comunicación, la criminalidad organizada, el comercio sexual y la droga que han ido de la mano con el sistema financiero y político, se mueven hoy día bajo similares esquemas, manteniendo los mismos cánones que en otrora, pero con tácticas aparentemente más sutiles, no obstante, operando bajo esquemas globales y altamente centralizados. Todo este aparataje complejo y burocrático tiene el fin de emplear mano de obra barata y funcional capaz de satisfacer básicamente sus necesidades a expensas de largas y cansativas horas laborales que mantengan el ciclo de este movimiento pesado. Al final del día/mes, los gastos del obrero suelen ser mayores. De cualquier forma, sólo queda trabajar más reciamente con la leve esperanza de que algún día “la vida” será mejor y diferente. La diferencia se lo tragan los estados y gobiernos a través de un pesado régimen impositivo. De cualquier forma, no hay porque perder las esperanzas, existen en el mercado toda una serie de energizantes y sedativos muy efectivos que permiten al obrero continuar su trepidante labor sin sentir fatiga, cansancio ni mucho menos su cuerpo. Además, después de una pesada jornada laboral, una buena bebida embriagante puede llegar a ser apetecible y refrescante. Lo último que este sistema desea de una persona es que use su energía vital libremente, un elemento peligroso que puede encender la chispa de sus pensamientos y de la duda, la duda de todo aquello que ha significado su vida y su mundo. Es ha esto que los barones de la realidad más temen. A los que mínimamente siguen los ejemplos del éxito social, se los va sedando con apetencias y deseos de apatía y conformismo, y alguna dádiva o beneficio para mantenerlos “acomodados y tranquilos”.




¿Pero quiénes son estos barones de la realidad?




El observador acusioso siempre tendrá más preguntas que respuestas, y es de allí que dimana su búsqueda, de su permanente curiosidad y deseo de buscar válidez, no historias mal encajadas dejadas a los afanes propagandísticos de los usurpadores de la historia y de la realidad, en especial en un sistema donde lo que ha imperado es la tergiversación completa de lo verdadero. Este ha sido el punto de partida, pues la verdad en sí está expresada en los valores naturales que nos rodean, en el entorno y en la observación de los procesos de intercambios energéticos que proceden de ese mundo, en contradicción a un mundo artificial donde se ha intentado basarlo en supuestas leyes naturales que al final han tenido que ser tergiversadas. Como ejemplo, tenemos el Darwinismo, teoría que ha sido usada a diestra y sinietra por el status quo académico hasta no hace mucho para fundamentar la ley del más fuerte y la selección de las especies en la civilización moderna, cosa que se reflejaría posteriormente en casi todas las áreas del quehacer humano, sobre todo, financiero y cultural. Así, el nazismo toma esas teorías y las aplica en su cruzada racial “aria”, paradójicamente, los “Aryos” eran tribus nómadas que provenían de la península india y la “svástica” no dejaba de proceder igualmente de esas fronteras orientales. A esto podemos igualmente añadir el Marxismo, sobre la cual se fundamenta toda una guerra ideológica, donde debe derimirse una lucha enconada de clases, según sus intérpretes. La religión no ha sido muy diferente. Es mejor tener a los profetas y mesías muertos para que no hablen sobre las barbaries que se han perpetrado a nombre de ellos. Si aparece algún otro, sólo resta la cruz como prueba feaciente de lo que podría volver a pasarles. Estas son lecturas simbólicas que se encuentran martillando los temores inconscientes de las poblaciones. En síntesis, la modernidad y el desarrollo son términos que implícitamente significan robo de cultura, pillerío, fraude y robo de los principios naturales usados al revés, algo que practicaron de manera escalonada todos los países y culturas que estuvieron en el poder sobre otras por algún periodo. Este tipo de actitud usurpadora también fue practicada por culturas conquistadoras como los incas, mayas y aztecas. La mayor economía creciente en el orbe en la actualidad está siendo representada por China, un pais que sienta igualmente sus bases económicas y de crecimiento en la piratería y en el trabajo mal remunerado y prácticamente esclavo. La ideología utilizada ha sido un justificativo a manera de una herramienta de adoctrinamiento y extorsión física y mental de su pueblo.




Toda cultura que vaya desenvolviendo infraestructura, ciencia y tecnología, de alguna forma va accediendo a otros parajes de información y si no está preparada para ello, la energía que canalice de tales campos morfogénicos psíquicos y/o mentales puede traer consecuencias graves al accionar de su civilización, creando un torbellino de fuerzas muy difícil de controlar. Lo que deseo dejar claro aquí es la canalización que ocurre cuando se accede a este flujo de información. De hecho, este flujo de información venido –pongámosle aquí- de otro espacio/lugar intra o extradimensional, puede disociar al individuo(s) de una sociedad y desestructurar su sentido de integridad vivencial. Aquí encaja bien el mito de la Atlándida, una civilización avanzadísima en su época que implosiona por su propia disociación con su entorno, siendo tragada (metafórica y literalmente) por el mar. Estas metáforas recurrentes de la historia humana son un recordatorio del “peso” de la fuerza y del conocimiento –en este caso, meramente racional- que canalizamos a este nuestro planeta Tierra, un “peso” que hace tambalear nuestras estructuras personales y sociales con todo lo que nos rodea. Es invalorable saber discernir en estos momentos, pues podemos notar un padrón de efectos y acontecimientos, que son a la vez, señales entendibles para ir descifrando lo que puede estar sucediendo, con claridad y sin temores.




Algo que se nos infunde con ímpetu en prácticamente todo momento es la necesidad urgente de incidir en cambios a pequeña y gran escala para modificar el implacable rumbo que nuestras sociedades han tomado. Es como si en un instante, se invirtiese gran energía para que toda una civilización encauce su fuerza y energía hacia un accionar desprovisto de objetivo aparente, con el afán de crear un torrente de desajustes de los más variados niveles y luego justificar ciertas políticas globales que intenten limitar –normalmente- el libre accionar de una masa humana “crítica y desajustada”. Los ejemplos sobran. Y para eso los medios de comunicación en sus diversas vertientes hacen un trabajo fantástico, reflejando lo “pésimo y discordante” que el humano llega a ser. Crímenes horrendos, asesinatos, atrocidades; la “realidad” hay que amplificarla con toda clase de pirotecnia fílmica que muestre el talante y el valor consagrado de los asesinos en serie y la inteligecia y creatividad de éstos. De cierto, la táctica es intentar amordazar el flujo vital del televidente o espectador con temores, sofocando así su nivel crítico, de discernimiento y sobre todo, libertad. La desestructuración consistente y metódica es el fin último, pues sea lo que sea lo que se viene canalizando en nuestro mundo es algo que atenta contra la misma fuerza vital del planeta que nos alberga y a todos los seres vivos que nos encontramos en “ella”. En tal sistema supuestamente de “inseguridad constante”, sólo resta tomar medidas radicales que pongan a toda una ciudadanía tras las murallas y los alambres de acero, así como sofisticada tecnología que identifique sus pasos y su posicionamiento planetario. Como si no bastara, hay que mostrar públicamente que todo eso es muy poco para la “seguridad”, en síntesis una muy moldeada por estrategas y redes financieras internacionales para seguir extorsionando la poca sensación de libertad que le resta al ciudadano.




Toda esta estrategia muy bien hilvanada por Think tanks internacionales es puesta en práctica en todos los países del orbe a mediano y largo plazo, cada pais cumpliendo una función de experimentación de ciertos planes y proyectos, para luego introducirlos en otros territorios bajo el lema de “estándares internacionales”. Mientras tanto, a las poblaciones de una comarca o región se la estropea sistemáticamente induciéndolos a cumplir con sus “obligaciones diarias” de sobrevivencia inmediata, como una manera de distraerlos del verdadero esquema de prueba por el que están pasando.




La Fuerza Vital es la que se intenta controlar. Los canales, por cierto, de esta Fuerza Vital, somos todos los Seres Vivos, incluidos los Humanos. Es preponderante que abramos y ampliemos nuestro espectro de percepción, porque sólo así estaremos permitiendo el paso de Fuerza Vital de la Tierra que pisamos hacia las “comarcas racionales” que hemos construido a nuestro alrededor y, al mismo tiempo, estaremos limpiando y curando la información canalizada que estos barones de la realidad han implantado subjetiva y objetivamente en este mismo entorno vital. Todos estamos llamados a hacer este trabajo si queremos una realidad diferente, porque al final de cuentas, de eso trata construir el paraiso en la Tierra, es una reconciliación de fuerzas, la racional y el sentir intuitivo, la luz y la oscuridad, la orgánica y la inorgánica. Por eso, para construir el paraiso, es necesario que aprendamos a lidiar con las fuerzas de la creación manifestadas de muchas maneras en este plano de existencia. Son las mismas fuerzas que cada uno de nosotros carga dentro, siendo imposible continuar escondiéndo y negándolas.


Madre Tierra

Madre Tierra
Foto de laTierra tomada desde la sonda japonesa Moon Orbiter Kaguya

Electric Storm

.......... En Marzo 02 de 2014, primera noche de Carnaval se derrama el cielo sobre la ciudad de Santa cruz de la Sierra, Bolivia. Estas imágenes pueden servir como un pequeño testimonio de lo que ocurrió.................. ...................................................... ...................................................... On March 2, 2014, on the first day of Carnival, it pours rain all over the city of Santa Cruz de la Sierra, in Bolivia. This footage may serve as a short testimony of what happened... Para facilitar su subida a Internet, la calidad de imágen se ha reducido notablemente. Espero lo disfruten!

Colores

..........................Tercer segmenro de "En el Cielo y en la Tierra"...........